El hombre para el que siempre es verano | Haciendo amigos

Se puede decir que la mayoría de mi vida social la tengo en Menorca. 

Mi vida que transcurre entre esta isla y Barcelona, ahora que tengo más tiempo disfruto más de ella. De la isla y de la vida.

Allí charlo con los vecinos, tanto residentes como veraneantes asiduos. Allí se saluda por la calle a la gente aunque no la conozcas. Menos en verano. En verano es invadida por los turistas, habituales o no y se convierte en otro Barcelona o cualquier ciudad. 

Allí, en mi isla, por así la considero ya, hemos hecho amigos a través de tantos años, de tantos veranos, que aunque parezcan esporádicos, al reencontrarlos cada año, se va forjando una confianza y un aprecio. Como los amigos de barca. Y así, con el agua a la cintura vamos contándonos nuestras inquietudes. Hablamos de las aficiones y profesiones; de los hijos, de la vida en definitiva. Nos ayudamos y al final a veces fuera de temporada estival, la mayoría tienen vivienda allí, nos convidamos a visitarnos en nuestras casas mutuamente. Y se va forjando esa amistad que aparte de una felicitación para Navidad y alguna foto de la familia en fechas concretas no volvemos a saber los unos de los otros hasta la nueva temporada estival, Y ahí volvemos otro años más a contarnos las novedades como si nos hubiésemos visto la semana anterior.

Este año hemos hecho un nuevo amigo, Javier. Os cuento la historia en este video. Me apateció hacerlo porque hay personas que no sabes cómo ni porqué conectas con ellas enseguida. Te llegan, te emocionan. Sientes una complicidad difícil de explicar y el día que no les ves, les echas de menos. 

Espero verte la temporada próxima amigo Javier, el eterno remero. El hombre que siempre va buscando el buen tiempo. Listo él.